Get out (2017) Dir. Jordan Peele Después de algunos meses de retraso, por fin pudimos ver en México la película de terror que está en boca de todos, que ha tenido un sorprendente éxito en taquilla y tiene a la crítica comiendo de su mano, irónicamente, es la primer película que dirige Jordan Peele, comediante de cierto prestigio en EUA a quien ahora, debido al éxito obtenido, le han llovido ofertas de todo tipo. Pero ¿A que se debe tanto éxito de esta cinta? principalmente por su planteamiento que nos lleva de la mano del género de terror con un muy original twist de intolerancia racial y comedia descarada que resulta algo casi inédito. La cinta nos cuenta la historia de Chris, un chico afroamericano que es invitado por su novia Rose a conocer a los padres de ella, lo que genera en él inseguridad puesto que ellos son blancos y ella no les ha dicho el color de piel que tiene su novio. Esta primera parte nos recuerda a “Guess who’s coming to dinner” una comedia de los años 60’s que retrataba la inseguridad racial de aquel entonces pero que no es tan distante a la percepción que hoy en día se tiene de las personas por sus características físicas, en una era que se vanagloria de ser incluyente, las minorías expresan, mediante este filme, que la discriminación racial sigue existiendo. Una vez que Chris llega a casa de la familia de Rose se encuentra con una familia que lo acepta y que no tiene problemas con las personas de color, sin embargo la servidumbre que hay en la casa y que pertenece a este grupo racial, se comporta muy extraño y despierta dudas en el protagonista sobre si el lugar al que ha llegado es seguro. Una reunión con toda la familia despierta aún más sus sospechas debido a que todos tienen un comentario bastante extraño que externarle, esto no lo hace sentir discriminado, sino sumamente incómodo. Pronto descubrirá que estaba en lo correcto y en realidad se encuentra rodeado de cosas extrañas, y peligros que no imaginaba fueran posibles al ir a visitar a la familia de su novia a un apacible poblado. El realizador de esta cinta tiene muy claro el tono que quería de su producto final, ya que no solo es una trama que fácilmente puede ir y venir entre el terror, el thriller y la comedia, sino que la carga de denuncia social es lo suficientemente firme para dejar algo que pueda ser recordado por un buen rato después de haberla visto, en ella vemos como el categorizar a una raza más allá de sus características visibles, sino generalizar habilidades que los vulneran al ponerlos como los mejores en algo o los peores en alguna otra cosa, sigue siendo un tema de segregación horrible, se victimiza a tal grado a las personas que se vuelven estereotípicas y a lo largo del tiempo les es difícil salirse de esa etiqueta, peor aún si no cumplen con lo que la sociedad espera de sus características. Centrándonos en los géneros a los que pertenece, la cinta cumple cabalmente al emocionar, impactar y hacer reír volviéndose a veces muy obvia y muchas otras con combinaciones más sutiles, siempre siendo fiel a su estilo propio y haciéndonos desear más películas de este tipo por parte de su director, no sé si es del tipo de cintas que podrían entrar fácilmente en alguna entrega de premios, lo dudo bastante, pero si hay algo que puede facilitarle estar nominada es en las categorías de guión, ya que la originalidad y el ingenio están presentes en cada minuto del metraje, además de que no hay acto que caiga o le reste calidad al producto final. Las actuaciones también son dignas de rescatar, todos los personajes tienen su momento de convertirse en verdaderos maniáticos y vaya que algunos dan miedo, el actor que resulta el elemento cómico lo hace bastante bien con sus torpezas y chistes muy buenos, interpretando a un personaje que pareciera que se sale del tono de la cinta, pero hasta eso se agradece ya que en los momentos menos esperados para reír con su simple aparición le da ese plus que la cinta necesita para diferenciarse de las demás.