It comes at night (2017) Dir. Trey Edward Shults. Son las 3 de la mañana, por alguna extraña razón sabes que a esa hora se suele “aparecer el diablo”, desconoces el por qué te despertaste, pero sientes que alguien te mira, desde donde tu no puedes ver a menos de que te muevas, pero no quieres hacerlo, escuchas ruidos que sabes que pueden tener una explicación lógica, pero el sentimiento de inseguridad no te deja en paz. Esta película es la perfecta alegoría a eso, al miedo a lo desconocido y la inseguridad que eso provoca. Pero, ¿Por qué digo que no es de terror? Iniciemos con su trama. Paul, Sarah y su hijo Travis son una familia que vive aislada en un bosque ante lo que parece ser una pandemia de una enfermedad mortal y muy contagiosa. Tienen que cuidarse las espaldas todos los días porque los humanos sobrevivientes buscan recursos para seguir con vida, debido a la escasez de estos, todos se han vuelto violentos y harán lo que sea para obtenerlos. Dentro de la casa, Paul ha establecido reglas, entre las cuales está el no salir en las noches, mientras ellos duermen la casa queda asegurada para que no entre nadie. Un día un chico se logra colar buscando agua, por obvias razones la familia actúa de forma defensiva hasta que descubren que es inofensivo y le permiten vivir ahí junto con su familia y los animales de corral que les haría comer carne cuando ésta se les está acabando. La convivencia entre ambas familias se vuelve rutinaria y agradable, en especial para Travis, quien se empieza a encariñar con ellos, sin embargo parece ser el único de la familia que piensa así puesto que la desconfianza sigue rondando en el aire. Es una película en la que todo el tiempo está presente el sentimiento de que los personajes no están seguros y que en cualquier momento algo va a pasar, es un perfecto retrato al miedo que podemos sentir los seres humanos a morir en manos de algo que no conocemos, que sabemos que está ahí, pero que no tenemos seguro si está lejos o justo detrás de nosotros, la película poco a poco se va convirtiendo en una experiencia desesperante y el desarrollo de los personajes hace lo propio al mostrarnos primero a seres inocentes que lo único que quieren es sobrevivir y lo salvajes que se pueden convertir por su misma supervivencia. Ahora volviendo al punto inicial, no considero a ésta una película de terror, sino que es de esas cintas que te transmiten el miedo de sus protagonistas, pero que por la situación dramática a la que se enfrentan, o el cómo se encuentran psicológicamente, hace creer que sí lo es, algo así como lo que Polanski hizo con “Repulsión”, es una película que podríamos encontrar en listas de todo tipo clasificada dentro del género, pero que para nada lo podría representar. Para mí, es más un drama muy intenso y con tintes de thriller psicológico, aunque ésto no lo exenta de tener escenas que generan impacto en el espectador, como lo son las pesadillas de Travis. La construcción de la atmósfera en esta cinta es su mejor acierto, saca provecho de la oscuridad mostrada en pantalla, de los sonidos que escuchamos al fondo y de los silencios que agobian a sus personajes, es una película en la que los protagonistas tienen tanto temor a lo desconocido que acecha en las sombras, así como a contagiarse de esa enfermedad mortal, que los convierte en personajes en un permanente estado de alerta del que nunca pueden bajar la guardia, ni siquiera cuando están dormidos. Las actuaciones ayudan bastante a construir esta atmósfera sofocante, sobresale Kelvin Harrison Jr. quien interpreta a Travis de tal manera que nos transmite a cada segundo la locura del mundo en el que vive. Creo que el bajo rendimiento en taquilla de esta cinta se debe y se deberá en donde apenas se vaya a estrenar, a que nos la han vendido como una cinta de terror, y el público va en busca de eso, no los culpo, yo también iba buscando una cinta de ese género, pero el resultado, lejos de decepcionarme, me sorprendió sobremanera, yo esperaría que sigan trayendo las futuras películas de este director, sin duda su sello personal es algo que quiero seguir viendo.