Spider-Man: Homecoming (2017) Dir. Jon Watts A tan solo 3 años de haber cancelado la franquicia de The Amazing Spiderman en la que Andrew Garfield interpretaba al superhéroe, siendo la segunda película (y para mi la mejor película que se ha hecho de Spider-Man a la fecha) la última de estas, se estrena la que sería la primera de una nueva franquicia, una que se encuentra dentro del universo cinematográfico de Marvel y de la que ya tuvimos una probadita del nuevo héroe en Captain America: Civil War. Para esta ocasión tenemos a un Peter Parker más joven y quien toma su trabajo casi casi como un pasatiempo más que como un deber. Lo que vemos en esta nueva entrega es la transición de actitud del arácnido de una persona que casualmente tiene superpoderes y que decide usarlos para hacer el bien (y de paso divertirse) a un héroe más maduro que comienza a ver en su quehacer una responsabilidad bastante grande y de la que puede depender incluso el seguir vivo. Después de los sucesos de Civil War (presentados de forma bastante divertida) Peter ahora hace uso del traje que Tony Stark le ha dado, gracias a este ve hasta dónde pueden llegar sus capacidades como superhéroe y recibe una gran ayuda por todo los aditamentos que este contiene. Sin embargo de poco le sirven ya que sigue en espera de una gran misión asignada por Stark, mientras llega su gran momento se dedica a frustrar asaltos y ayudar a las personas de sus alrededores, es en estas actividades cotidianas en donde conoce a los villanos de la historia, un grupo de constructores que son despedidos de sus labores para reconstruir la ciudad después de los atentados ocurridos en la primer entrega de los Avengers para dar paso a una empresa más de Tony Stark que se encargará del trabajo. Un robo de tecnología de los villanos de aquella película les dará la oportunidad de crear armas muy poderosas y ganar dinero con el tráfico de estas. La interacción de Parker con estos villanos se vuelve cada vez más peligrosa no solo para él sino para sus seres queridos y las personas que se encuentran en medio de estas batallas, principalmente con Vulture, el líder de la banda, un villano excelentemente interpretado por Michael Keaton y con quien Spider-Man comparte momentos de verdadera tensión y mucha acción, con peleas que no le son para nada sencillas de ganar y en las que ocasionalmente recibe ayuda de Iron Man, su mentor que está siguiéndole la pista en todo momento. En la cinta vemos también como Peter trata de hacer un balance con su vida como estudiante bulleado y la necesidad de mantener en secreto que él es “el hombre araña de youtube”, todos sus compañeros de clase y los profesores tienen mucho carisma y timing para sus chistes, tal vez ninguno de ellos haga una interpretación sobresaliente pero por lo menos no lo hacen mal. Es raro ver a Tony Stark como personaje secundario puesto que gran parte de las películas en las que aparece el es el responsable de los problemas que tienen que enfrentar los héroes, algo que me parece un mero vehículo para que vayamos a verla, además de que resulta algo inverosímil que solo aparezca cuando es estrictamente necesario que lo haga, y no está ahí merodeando tanto como se supone que lo hace. El siguiente párrafo contendrá spoilers que no puedo evitar escribir puesto que son las mejores escenas de toda la película, así que lo anunciaré de la siguiente manera SPOILERS, SPOILERS, HUYAN SI NO LA HAN VISTO, hablo de un par de escenas que aparecen justo en el momento en el que Stark ha perdido la confianza en Parker y le retira el traje que le regaló, en ellas vemos al protagonista no solo en verdaderos problemas, sino que en un punto de crisis tan grande, que está a punto de darse por vencido y dejarse morir, la primera es cuando descubrimos que Vulture resulta ser el padre del interés amoroso de Peter, a partir de que se descubre, difícilmente nos sentiremos indiferentes, es una escena de mucha tensión muy bien lograda por ambos personajes, y desde ese momento hasta que el villano deja a la pareja en el baile y amenaza a Peter, la preocupación no nos deja tranquilos, una escena bastante buena y que se quedará grabada en el espectador por un buen rato. La otra escena es con nuestro héroe en verdadera crisis (por si fuera poco lo que ya está pasando) en un punto en el que se siente frágil, desesperanzado y a punto de morir, cuando cualquier esfuerzo es en vano para salir de las vigas que están encima de él, esa escena, en la que incluso el personaje llora, reflexiona y retoma el valor necesario para salir de ahí, que es referencia a The Amazing Spiderman #33 (gracias al amigo que me habló de ese cómic en el que Peter se encuentra en la misma situación pero debe salir de ahí para salvar a su tía May) está tan bien lograda y representa perfectamente el arquetipo de un superhéroe que me ha parecido una de las mejores escenas dramáticas que se hayan hecho para una película de Spider-Man. FIN DE LOS SPOILERS, SIGAN LEYENDO. Otro de los aspectos sobresalientes de la cinta es la música, Michael Giacchino hace un trabajo estupendo al componer temas que recuerdan a los compuestos por Danny Elfman, así como una reinterpretación del tema clásico de Spider-Man, por si esto no fuera poco, hace un tema principal memorable, que no dudemos seguir escuchando como un track icónico en las cintas de superhéroes. Así también la elección de las canciones que componen el soundtrack, muy buenas y muy bien colocadas en las escenas. Solo para finalizar, me incomodó mucho el punto que a todo mundo le incomodó también, el escuchar que Zendaya hace referencia a que ella es un personaje muy importante en el universo de Spider-Man pero que demuestra que en nada se parece a éste, no solo físicamente, sino su actitud y su interpretación. Es muy cobarde la postura que tomaron los ejecutivos encargados del MCU que, al ver las malas reacciones por parte del público, dijeron que siempre no, que su personaje era uno completamente nuevo, cosa que nos recuerda a la estúpida referencia del personaje de Joseph Gordon-Levitt en The dark knight rises al llamarle “Robin” nadamas para complacer al público. En conclusión no es la mejor película de Spider-Man (como ya lo mencioné antes) pero no es una mala película, la disfruté mucho, es muy divertida y cómica y tiene un tono muy parecido a Deadpool, solo que, PG-13.