La gran mayoría de los que hoy rondamos los 20-30 años relatan que en su niñez tuvieron contacto con una película aterradora que los traumatizó de por vida, se trata de la primer adaptación de It, novela de Stephen King que fue llevada a la pantalla chica por medio de una miniserie de dos episodios y que no ha sabido envejecer con dignidad. Yo la vi por primera vez cuando tenía 15 años y no le encontré nada de aterrador, y a excepción de la actuación de Tim Curry, tampoco le vi nada sobresaliente. Afortunadamente esa no fue la única adaptación que se haría y por fin llega la tan esperada primera parte que promete mucho más apego a su fuente original y mucha más calidad en el desarrollo de su trama.
En un pueblo llamado Derry han comenzado a suceder desapariciones de niños de formas misteriosas, entre esos niños está Georgie, quien desaparece después de haberse encontrado con un payaso llamado Pennywise. Por supuesto que nadie sabe quién es el responsable, pero ante las pocas respuestas respecto al caso, el hermano de Georgie, Bill, decide buscar en las alcantarillas en donde cree que pudo haber llegado su hermano menor.
Al no poder hacerlo solo, le pide ayuda a sus amigos quienes junto con él, son los más bulleados de la escuela. Conforme van indagando descubren que las alcantarillas si son un punto importante para dar con el paradero de Georgie y los demás niños desaparecidos. El camino no será fácil debido a que hay un grupo muy específico de abusivos que no se la piensan dos veces para agredir al llamado “Looser’s Club” en cualquier punto en donde los vean, tampoco los adultos ayudan mucho debido a que han tomado una actitud algo ambigua respecto a sus hijos desaparecidos. Posteriormente se unirán al club otros chicos que también tienen en común ser agredidos y que resultan miembros valiosos de este grupo de amigos.
El peligro más grande que sufren todos estos niños es el acecho del payaso responsable de las desapariciones, un ser que en realidad puede tomar la forma del peor miedo de sus víctimas y aprovecharse de este para dejarlas vulnerables y así poderlas comer. Una vez que han dado con el responsable y que descubren que todos han sido víctimas de alguna de sus apariciones, tendrán que decidir si se unen para detenerlo o alejarse de él hasta sentirse a salvo.
Como ya lo mencioné anteriormente, estamos ante un nuevo clásico, o como sea que se le denomine a la miniserie de los 90’s que va a inspirar el miedo de muchas generaciones que vienen, es la forma tan inteligente con la que trata el tema del miedo en los niños, desde las cosas más realistas hasta las más fantasiosas y el cómo muchas de las veces es infundado por una idea que también le ha provocado un temor desmedido a sus padres, teniendo como claro ejemplo a Eddie y su miedo a contraer alguna enfermedad. Todos los niños realizan actuaciones bastante creíbles, alcanzan un buen nivel de interpretación y el carisma y la química entre ellos hace de esta una cinta memorable.
Cabe aclarar que este no es un filme de terror que tenga un estilo denso o que su objetivo sea estresar al espectador, entra más bien dentro de los cánones de los blockbuster de los años 80’s en los que hay comedia y drama a dosis necesarias para volverla un producto atractivo, es este un acierto para el guionista que salió al quite después de que Cary Fukunaga renunciara a proyecto (y de quien, a juzgar por lo poco que ha salido a la luz, si quería algo más denso), ya que se basa en diálogos con mucha naturalidad entre niños que están a punto de pasar a la adolescencia y que piensan principalmente con lo que tienen entre las piernas, y su repentina madurez al verse enfrentados a un problema que los sobrepasa. Así mismo las escenas en las que aparece Pennywise son exquisitas, está muy bien dosificado el papel del aterrador payaso que no satura al filme con su presencia, sino que quieren sacar de él escenas que si valga la pena mostrar.
También mencioné al principio que Tim Curry interpretó a un Pennywise inolvidable, y eso lo convirtió en un reto para Bill Skarsgård, quien para nada debía convertirse en una parodia o reinterpretación del de Curry si quería volver a su personaje memorable también. Logra con creces interpretar a un payaso que parece un verdadero psicópata, con una notoria expresión facial de hambre contenida (babas incluídas), como un cazador que solo puede pensar en devorar a su presa, y que, una vez que se muestra cara a cara con los niños, logra sacar un susto del espectador.
Si bien los efectos visuales denotan algunas deficiencias de presupuesto, logran solventar esos problemas de forma por lo menos creíble, pero esperemos que para su secuela obtengan un presupuesto más alto y entonces sí poder apreciar esta propuesta visual con mayor plenitud. El trabajo de maquillaje, al contrario, es muy realista, la caracterización de los personajes es verdaderamente aterradora y con un estilo único. El otro aspecto visual impecable es la fotografía, con una cámara que le gusta moverse por trayectos difíciles y que sigue paso a paso el andar de sus personajes, que encuadra a la perfección lo que los ojos de los niños están viendo, o bien, sitúa al espectador en una posición nada cómoda, a sabiendas que si la película exige poner atención a los detalles, el susto está garantizado.
La elección de las canciones que conforman su soundtrack es fantástica, no se va por clásicos obvios de los 80’s que ya nos cansan de seguir escuchando una y otra vez, sino que la persona encargada de ello hace un trabajo más exhaustivo y coloca piezas muy buenas que encajan de maravilla con las imágenes. La banda sonora compuesta para la cinta es magnífica, inspirada en cintas de terror clásicas pero otorgándole atmósferas típicas del terror moderno, hace un buen balance entre ambos estilos y resulta genial incluso si se escucha por separado del elemento visual del filme.
Resulta una película que es un poco más difícil que pueda mostrarse a niños como lo hizo el canal 5 con nosotros en nuestra infancia al pasarnos la adaptación de los 90’s a plena hora de la comida (y que logré esquivar gracias a que era muy miedoso), pero que llegando el momento oportuno, no dudaría en mostrarsela a alguien, digamos, de la edad que tienen los protagonistas de la película, para que comiencen a apreciar lo valioso que es el género de terror para el cine y el buen resultado que de este se obtiene cuando hay verdadero compromiso de quienes se encargan de realizarlo.