Si hoy en día podemos hablar de un autor que se puede dar el lujo de hacer lo que le plazca con grandes presupuestos y que estas películas resulten exitosas económicamente, ese es Christopher Nolan, un artista con toda la extensión de la palabra que puede entrar dentro de los cánones y convencionalismos del cine comercial pero que no duda un segundo en complicar la trama o el manejo de tiempos para así dejar su sello personal en el proyecto. Desde que se supo que haría una película de la segunda guerra mundial, todos apostamos a que por fin la Academia no lo ignoraría y lo nominaría como mejor director, vamos, incluso vaticinaban su triunfo prematuramente. Hoy no tiene el triunfo asegurado pero podemos estar de acuerdo que, el trabajo que realizó para esta película, es meritorio por donde se le vea.
La cinta tiene bastantes aciertos, de hecho creo que defectos no le encontré por ningún lado, es una cinta que se tiene que analizar primero desde su elemento técnico, la edición es una maravilla, como siempre pasa con el cine de Nolan, la película puede estar contada de forma lineal o, como casi siempre lo hace, aportar más a la experiencia de apreciarlas con una narración no lineal, en este caso con tres diferentes líneas temporales cada una con un ritmo trepidante, con sus respectivas dosis de drama, y filmadas de la forma más pulcra posible. Esta vez se emplearon por completo cámaras IMAX que, al ver reflejado el resultado en pantalla, obtenemos un producto de entretenimiento meticulosamente medido, que tiene bien planeado en dónde poner la cámara, cuando hay que filmar de día y cuando de noche, las tomas desde las avionetas son fantásticas, como lo es también la vista y el paso de la cámara por la playa, y qué decir de las tomas dentro de los barcos llenos de gente, sin lugar a dudas cumplen con su cometido de transmitir y sumergir al espectador en la aventura.
El guión es toda una revelación en el historial de Nolan, a quien siempre le ha gustado plagar sus guiones de diálogos sobreexplicativos, que nos atiborran de datos que justifican el por qué de sus personajes y de su propuesta, y que se convierten en el punto más débil de sus películas (a excepción de Memento), para esta cinta los diálogos son casi inexistentes, nos desapegamos de ideas tontas de que los soldados dicen ultimas palabras antes de morir, o se llenan de coraje entre ellos con charlas motivacionales, eso no existe más y es uno de los cuentos más ñoños que el cine bélico nos ha enseñado, aquí a la hora de la batalla vemos las interacciones humanas reducidas a simples señas, o intentos por sobrevivir por encima del enemigo, eso es lo que más se aprecia del argumento de la película, lo que hace que podamos pasar por alto el discurso triunfalista de la misma.
El hecho de que las actuaciones no sean reconocidas en ninguna entrega de premios no quiere decir que sean malas, todo el reparto hace un trabajo decoroso, actúan muy bien los que ya son veteranos en esto y los actores jóvenes son muy buenas revelaciones a quienes no hay que perderles la pista. Mark Rylance actúa estupendamente (incluso mejor que aquella actuación en Bridge of Spies por la que ganó el Oscar), Tom Hardy y Kenneth Branagh también lo hacen estupendamente.
La música es otro factor importante en esta película, Hans Zimmer vuelve a trabajar con Nolan de forma estupenda, que dentro de las escenas de mayor suspenso está presenta y exalta lo que las imágenes quieren transmitir. Lo mismo el plausible trabajo del departamento de sonido, quienes se las ingenian para llevar los efectos de sonido lo mas real posible y el diseño del mismo que te inmiscuye completamente en los conflictos armados, los aviones enemigos que se acercan y el pánico que sienten los personajes cuando tienen que escapar de ahí.
El historial de las cintas de Nolan con el Oscar no ha sido del todo malo, ya que a excepción de 3 de sus películas, el resto han estado nominadas por lo menos en alguna categoría, siendo Inception la que había llegado más lejos al estar nominada como mejor película, pero Nolan seguía sin figurar en la categoría de director hasta ahora, con el que podría decirse que es su mejor trabajo tras la cámara, en donde todo lo que nos ha venido mostrando durante su carrera alcanza niveles de sofisticación que convertirán a esta cinta en un clásico.