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2001: A SPACE ODYSSEY. A 50 AÑOS DEL ESTRENO DE UNA OBRA MAESTRA.


Tal vez quienes no la han visto han escuchado todo el alboroto que hay y que sigue existiendo alrededor de esta cinta, pero no han experimentado el porqué de su importancia, y es que, una vez que somos testigos de su grandeza, nos queda bastante claro el por qué es reconocida hoy en día como la mejor película de ciencia ficción de la historia. Una película que dura dos horas y media, que no se detiene a explicarle al espectador lo que sucede y en la que no se escucha un solo diálogo hasta ya transcurridos bastantes minutos, eso sí, visualmente jamás nos deja en paz, con muchas escenas que se quedan grabadas en la memoria, o que no les dejamos de dar vueltas tratando de encontrar explicación.


Lo que trato de explicar en las siguientes líneas es como, mediante lo que propone esta ambiciosa película (qué cinta de Kubrick no fue ambiciosa) se revolucionó todo un género en el cine, y cambió para siempre la perspectiva que las personas teníamos al mirar al cielo y ver sólo un montón de estrellas en las noches, sin pensar que, con tan solo imaginarlo, podemos llegar a conocer muchas de las maravillas del universo.


El inicio de la cinta es algo complicado, ya que durante 3 minutos no vemos nada y solo escuchamos música, tal vez en estos minutos algunas personas deseen abortar la misión y prefieran no ver la película creyendo que esta será una más de esas cintas contemplativas, después vemos a la tierra alineada con la luna y el sol, es ahí cuando nos enfocaremos en los habitantes del planeta tierra, un grupo de homínidos que viven en relativa armonía con otras especies y otros grupos de su misma especie, es aquí en donde Kubrick nos muestra “el amanecer del hombre”, un amanecer en el que estos homínidos se ven forzados a evolucionar al llegar elementos amenazantes a su entorno, grupos más fuertes que ellos y especies que sin mayor esfuerzo, los asesinan para comerlos, es ahí cuando este humano primitivo entra en contacto con un monolito del que no sabe absolutamente nada, pero es tal su deseo y curiosidad de tocarlo, que al hacerlo obtiene el primer descubrimiento que lo separaría del resto de las especies, el uso de herramientas, tomando un hueso en sus manos descubre que lo puede usar lo mismo para triturar, como para golpear y asustar al enemigo, así como asesinar a los animales que le servirían de alimento. Desde ese momento el hombre se abrirá paso en la historia con el uso de su conocimiento.


Es en esta primera parte que Kubrick filma completamente en exteriores de una sabana que suponemos es África (el lugar de donde emigran los primeros seres humanos) y con personas disfrazadas de simios, que inicia la travesía de una cinta que estará más centrada en los logros del ser humano desde que se concibe como tal, hasta los límites insospechados de su conocimiento. Este retrato de los hombres primitivos es el primer elemento que revoluciona el cine, ya que, el tema no se había tratado con tanta seriedad como hasta ahora, centrado en humanos ya desarrollados capaces de comunicarse mediante el lenguaje, dejando de lado que antes de ser eso, éramos animales como cualquier otro, que tuvieron que pasar por un proceso de aprendizaje para evolucionar en el homo sapiens de la actualidad.


A partir de que uno de los homínidos lanza su hueso/arma al cielo, de inmediato el salto temporal nos lleva al futuro, a la conquista del espacio por parte de los seres humanos, aquí no nos detenemos a hablar de la historia de la humanidad ya como la conocemos, tampoco no interesa hablar del presente, eso se lo podemos dejar a otras cintas, aquí lo que se desea es expresar hasta dónde puede llegar el conocimiento de esos seres humanos que en el principio de su existencia aprendieron a usar herramientas, y el cómo su propio planeta dejó de ser limitante para descubrir y aprender más sobre el universo que nos rodea, siendo así una cinta que predice los efectos que ella misma tendría en las personas, ya que, antes de ella, el cine de ciencia ficción veía al espacio no como un terreno por descubrir, sino como un entorno amenazante del que provienen muchos peligros, como los extraterrestres o los meteoritos. Es después de esta película que las personas comenzaron a demostrar fascinación por la astronomía y el sinnúmero de conocimientos y fenómenos que vendrían de eso.

Para Kubrick el futuro en el espacio guardaría ciertas similitudes con el presente que se vivía en las estaciones espaciales, una manía tremenda por el orden y la pulcritud de los que el director estaba familiarizado, movimientos lentos acompañan a las naves espaciales dentro de las que se encuentra la más curiosa, la nave circular, que gira para generar fuerza de gravedad dentro de ella y que, gracias al cuidado departamento de arte, no pierde nunca ese ritmo giratorio tanto en las tomas fuera de ella como en las internas, en las ventanas seguimos viendo a los planetas y las estrellas girar. El arte de las cabinas interiores de las naves mantiene la pulcritud de la que hablaba anteriormente, la opción de emplear colores neutros, en su mayoría blancos, contrasta mucho con los decorados de la ciencia ficción a go-go que se empleaba en las cintas y la televisión de esa época, mismas que apostaban a colores más psicodélicos, vestuarios dignos de los mejores clubes nocturnos y luces parpadeantes por doquier, este es otro elemento en el que la película desea mantenerse temporalmente ambigua, ya que elimina toda influencia estética de su época y decide solo centrarse en los rasgos funcionales de la tecnología futurista que presenta.


En la película pronto nos enteramos de la noticia de que ha sido encontrado un monolito en la luna, dicho monolito al parecer fue enterrado ahí aproximadamente 4000 años atrás, pero ¿Quién lo habría hecho si hoy en día no existen seres habitando la luna? Es por ello que una cuadrilla de astronautas se dispone a investigarlo, una vez que llegan ahí hay dos cosas que resultan impactantes, la primera es que el monolito es idéntico al que vimos anteriormente en la cinta, al cual, al acercársele, y a diferencia de con los homínidos, emite ondas radiales que imposibilitan a los astronautas siquiera tocarlo. Este monolito marca otra pauta en el conocimiento del hombre, es el descubrir que, a pesar de que puede existir vida extraterrestre, esta no resulta algo aterrador sino algo digno de ser estudiado, y la curiosidad por seguir descubriendo lo que nos rodea llevaría después una expedición a lugares más alejados de la tierra. La segunda cosa que nos impacta al ver estas imágenes es el observar cómo retratan a la tierra vista desde la luna (y en general desde el espacio) en una época en la que aún no se tenían pruebas gráficas certeras sobre el cómo era esta, por lo que Kubrick y el departamento de arte tuvieron que ser asesorados y el resultado, además de genial, sorprende por la fidelidad con las imágenes sobre lo que ahora sabemos perfectamente como es.

Es así como llegamos, 18 meses después, a una nave que tiene como misión el llegar a júpiter y estudiarlo, esta nave tiene tripulantes que estarán dormidos durante todo el viaje en cápsulas de hibernación, dos tripulantes más estarán despiertos para encargarse de todo el mantenimiento de la nave pero resulta curioso el otro tripulante que aborda, una computadora llamada HAL 9000, un procesador que funciona como inteligencia artificial y que en todo momento acompaña a los tripulantes, envía informes en tiempo real a la tierra sobre la nave y convive con los astronautas que se mantienen despiertos, además de que, tiene completo control sobre las funciones de la misma nave con un único objetivo, que la expedición sea exitosa. Resulta bastante inquietante la presencia en todo momento de HAL, una computadora de la que, si bien se obtienen respuestas verbales, el elemento empático de asociar estas respuestas a alguna emoción no está presente (a diferencia por ejemplo de Samantha en Her) y si tampoco podemos asociarlas a una cara que pueda expresar esto mismo (como con todas las películas de robots con forma humana que no sean Terminator) las intenciones de esta máquina nos son desconocidas, hasta este punto no sabemos si está del lado de los astronautas o en realidad esté programada para algo más importante que la supervivencia de los mismos.


Nuestras sospechas pronto son confirmadas cuando HAL reporta una falla en la nave a la que, después de verificar, en realidad no existe, los astronautas comienzan a dudar del funcionamiento de la computadora y un informe de la tierra sobre una computadora gemela de HAL les menciona que efectivamente, la computadora de la nave está fallando, HAL trata de convencerlos de que todo sucede a la perfección para evitar su desactivación, sin embargo la tripulación no quiere arriesgarse a un error más grande y deciden desactivar a esta computadora. La escena en la que se decide esto es magnífica, en un pod están los dos astronautas platicando sin que HAL los pueda escuchar, sin embargo, fuera del pod, el ojo de la computadora, sin externar nada al respecto, solo los observa mover los labios, corte y entramos a un intermedio, que funciona perfectamente para generar el cliffhanger en el espectador.

Hasta este punto comenzamos a apreciar bastante al departamento de sonido que estuvo muy bien asesorado sobre la ausencia de ruido en el espacio, y como cuando un astronauta sale de la nave solo se escucha lo que sucede dentro de su casco, así presenciamos la primer reparación que hace uno de ellos, y posteriormente cuando este sale de nuevo a regresar el aparato que en realidad no estaba fallando, en un par de escenas lentas pero con mucha tensión, y escuchando solamente la respiración del astronauta, mismo que, será la primer víctima de HAL, quien lo manda a orbitar la nave sin más aire por respirar, posteriormente hace lo mismo con los astronautas en las capsulas de hibernación, esto mientas el ultimo astronauta vivo quiere rescatar a su compañero, al regreso de ese fallido rescate se encuentra con la negativa de HAL para permitirle entrar de nuevo a la nave, alegando que, todos ellos solo entorpecerían el objetivo de la misión. Este astronauta logra ingresar y una vez dentro no volvemos a escuchar una palabra suya, de nuevo son solo respiraciones dentro del casco y HAL suplicando por su vida al predecir que será desconectado, esta escena de desconexión también resulta una de las más grandes escenas del cine contemplativo, el astronauta poco a poco va quitándole controles a HAL mientras este, con su voz monótona sigue suplicando por su vida, al ver inútiles sus suplicas, se pone a cantar, hasta ser desactivado por completo. Una vez terminada la desactivación, se revela el verdadero objetivo de la expedición: un monolito como el que se encontró en la luna hace 18 meses está orbitando Júpiter y los astronautas tienen que investigar de dónde proviene.


Para este tercer monolito, el contacto es aún más lejano que en las dos ocasiones anteriores, ya que aquí solo lo vemos pasar y eso es suficiente para darnos el último viaje al que el conocimiento del ser humano llegará, el viaje a su propia trascendencia, mediante varios minutos en los que solo pasamos por un túnel con luces neón y paisajes extraños, un viaje que tal vez simule el paso del ser humano por el universo entero, descubriendo todos los secretos que el espacio exterior tiene reservados para todos aquellos que estén ávidos de descubrirlos, el ser humano en este punto deja de ser solo materia para pasar a ser algo más, no puedo decir que un dios, porque sería absurdo que una película que se ha tratado sobre la trascendencia del hombre, finalice con el hombre siendo un mito más de su propia creación, sin embargo es capaz de materializarse por una última vez en una habitación blanca, en la que pareciera que el tiempo pasa demasiado rápido, el astronauta envejece y en su lecho de muerte tiene un ultimo contacto con el monolito y gracias a este, podemos ver a un bebé que está orbitando el planeta tierra, ese bebé es, de nueva cuenta, el ciclo interminable del hombre en busca de la trascendencia.


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