Vamos a dejar algo en claro, Gorillaz es esencialmente Damon Albarn jugándole al vergas, demostrándonos que no solo es capaz de hacer una banda legendaria con un par de canciones que todo mundo recordará (como es el caso de Blur), sino que puede hacer exactamente lo mismo con otra banda dirigida a una generación diferente, en la que puede que quienes la escuchen no sepan lo que Damon ha hecho antes. Y si a eso le agregamos que es una banda que ni siquiera existe formalmente sino que es un experimento creado por él e ilustrado por Jamie Hewlett convirtiéndose así en una banda virtual, ¡Carajo!, es demasiado atrevimiento para algo que en un principio nadie sabríamos si funcionaría. Hoy en día Gorillaz son un referente para la música y la cultura pop, marcando pauta en los sonidos que vendrían con el nuevo milenio y las formas de venderse como proyecto musical, en el que no importa tanto si la música viene de una bola de simios, si tiene potencial para ser vendida, se puede colocar.
Es de esta manera que iniciamos la revisión de una discografía que si bien no todo es glorioso en ella, es lo suficientemente bueno para considerarla como una de las mejores bandas que nacieron a principios de siglo.
Gorillaz (2001)
Como placa de presentación, creo yo que no pudieron haber hecho nada mejor, es un disco casi perfecto que debe de ser escuchado en su totalidad, en él se plasman los sonidos de los que son influenciados y a la vez van construyendo su sello propio (esa música que, sin saberlo, al escucharla decimos “de seguro es de Gorillaz”). Es un disco que a lo largo de sus 15 tracks se encarga de mostrarnos todo el amplio espectro que puede abarcar su música, retomando cosas del pasado de Albarn con un marcado ritmo britpopero en las primeras canciones del álbum (“Re-Hash” y “5/4”) y que solo nos indica lo que están por dejar atrás. Después encontramos otro sonido que ya existía una década después y que sería el que marcará la línea a seguir de todo el material, me refiero al trip hop, género del que, tal vez sin proponérselo, nos entregaron unas de las mejores canciones del mismo (“Clint Eastwood”, “Sound Check” y “Latin Simone”) así como también lo encontramos presente en otros tracks (“Tomorrow Comes Today”, “New Genious” y “Slow Country”), posteriormente “Punk” interrumpe ese sonido trip hopero para ponernos a escuchar una canción pura y dura de ese género que exportaría la Gran Bretaña en los 70’s. El pop y la música electrónica vendrían después y serían los sonidos que seguirán retomando hasta el día de hoy, como ya mencioné, funcionan para hacernos saber lo mucho que puede ofrecer este proyecto. Cabe mencionar que si bien no me parece su mejor canción, el trancazo mediático que fue “Clint Eastwood” sigue haciendo eco hoy en día, como una de las pocas canciones que unificaron a la gente que la apreciaba independientemente de sus gustos.
Canción indispensable: “Latin Simone (¿Qué Pasa Contigo?)”.
Demon Days (2005)
Para este segundo álbum nos volvemos a encontrar con una obra de arte, esta vez más orientado hacia el pop y la música electrónica que a otros géneros, trayendo lo mismo una canción muy bailable como una canción pop más orgánica. Es un disco que todo el tiempo se mantiene en un nivel energético alto y que tal vez es el más amable con el público, fanático o no, que los demás que han hecho. Si bien ya lo habían hecho antes, para esta ocasión se incluyen mas voces de raperos, cosa que se volvería una tendencia en aquellos años, el combinar el rap con la electrónica y que traería muchos híbridos bastante interesantes. Si hay algo que es un sello distintivo para este álbum es el uso de progresiones, muy marcadas que generan una atmósfera ideal para seguirlo escuchando sin que den ganas de abandonarlo. El intro es un tema innecesario (qué intro no lo es?) y justo después pasamos a ese ritmo pop que se convierte en su marca, con tracks como “Last Living Souls” y “Kids With Guns”. Si pasamos a propuestas más comerciales, las que se llevan las palmas son “Feel Good Inc.” y “DARE”, un par de tracks que amenizarían perfectamente una fiesta. Por si fuera poco, también se incluyen temas más alternativos, podría decir que chocan un poco con el concepto que el álbum maneja (“O Green World” y “El Manana”) pero que justifican su posición en el mismo por las progresiones que de nuevo son maravillosas. Es a fin de cuentas una muy buena propuesta de evolución para el concepto que es Gorillaz.
Canción indispensable: “Dirty Harry”.
Plastic Beach (2010)
Para su tercer álbum, el público no esperaba mas que otro fascinante trabajo por parte de la agrupación, y tenían todo para sorprendernos, un estilo visual que ahora incluía animación 3D, la consolidación con un público claro que ya no los llevaría a aventurarse a ver si a alguien le gusta lo que hacen y un buen grupo de artistas con los cuales hacer colaboraciones, que no es por demeritar a los que colaboran en discos anteriores, pero en este caso tienen lo mismo a Lou Reed (a quien le deben bastante de lo que han llegado a hacer hasta ahora), Snoop Dog y a artistas más recientes como Little Dragon. El resultado final fue sorprendente, es un álbum en el que se reafirma lo que mencionaba de estirar su estilo lo más que se pudiera para abarcar diversas corrientes musicales, es el más universal pero tal vez el menos accesible para el público, ya que no sigue una sola línea y se va por el lado más conceptual posible. Lo mismo podemos tener canciones canciones instrumentales como su hermoso intro (en este caso no la considero una canción de sobra, pero creo que pudo haber sido más consistente si no se le deja solo en un intro), música con ritmos árabes como “White Flag”, dream pop como el que encontramos en “Empire Ants”, canciones en las que se muestran los principios del dubstep, canciones funk, britpop, rock progresivo, y un largo etcétera, pareciera que cada track tiene una personalidad propia vaticinando la era en la que los álbumes dejarían de ser apreciados en su totalidad pero prevalecerían en cada una de sus canciones por la tendencia del público al escucharlas. No por ello se siente que le falte uniformidad, o una bola de disparates puestos en un solo material, de verdad se siente que todo forma parte del mismo concepto, y si bien no me parece su mejor trabajo, es un muy buen disco, e incluye mi canción favorita de ellos…
Canción indispensable: “Plastic Beach”.
The Fall (2010)
Es extraño que, habiendo creado tres discos con un considerable tiempo entre ellos, de repente y de la nada, la banda haya decidido lanzar su cuarto material a unos meses de haber sacado el anterior. En ese tiempo resultaba extraño también el saber cómo fue producido, ya que se utilizaron apps musicales en un ipad y así se mezcló lo que tenemos como resultado final. Quisiera ser optimista pero la verdad nos encontramos ante el primer trabajo que cuenta con canciones totalmente prescindibles y que no son un intro. Es un disco del que si se agradece que tenga ritmos variados, contiene canciones cargadas de energía y canciones de ritmo mas pausado, también es bueno que decidan regresar a sus orígenes trip hoperos, sin embargo resulta más un “Plastic Beach lados B” que un disco que se defienda por si solo o salga adelante con una propuesta firme y concreta de lo que se quiere entregar al público. Como producto final sigue siendo más una curiosidad, sobre todo al escuchar lo bien hecho que está para haber sido creado con puras apps (hablo del momento en el que salió, ya que hoy es más normal de lo que creemos) y en eso podría estar su mayor apreciación.
Canción indispensable: “Amarillo”.
Humanz (2017)
Después de 7 años sin saber casi nada de este proyecto, y teniendo a Damon Albarn trabajando como loco en otros proyectos, las expectativas de este álbum estuvieron por las nubes. Albarn hizo demasiadas cosas con excelentes resultados y no esperábamos menos de lo que sería el regreso triunfal de Gorillaz, lo que nos encontramos fue decepcionante en más de un aspecto. Primero está la confirmación del dicho “el que mucho abarca, poco aprieta”, ya que es un material con demasiadas canciones, pero no así con mucha duración, tiene un montón de “interludes” que nada aportan a la apreciación del disco, son elementillos que se agregan para darle atmósfera, pero una muy chafa, en fin desperdicio de tiempo. También tenemos colaboraciones hasta para aventar al cielo, muchas con artistas que ni al caso, otras con quienes ya han colaborado antes (es super triste escuchar colaboraciones con De La Soul que no son nada buenas, siendo que esa mancuerna daba éxitos seguros), y otras con artistas bastante interesantes, pero que no lucen en absoluto. Ya que se termina de escuchar nos damos cuenta que es un disco olvidable, repetitivo hasta el cansancio no solo de lo que ya les hemos escuchado antes, sino de la propia propuesta del mismo. Con esto no quiero decir que todas sus canciones sean basura, es su peor disco, tiene las peores canciones que han hecho, pero también se rescatan temas interesantes.
Canción indispensable: Andrómeda.
The Now Now (2018)
Al igual que sucedió en 2010, después de algunos años de ausencia, Gorillaz decidieron sacar otro disco inmediatamente después de haber regresado a los escenarios, solo que a diferencia de The Fall, este si les llevó un rato más para lanzarlo. Para este disco las expectativas no eran muchas, su álbum anterior no fue tan bueno, y la experiencia con el ya mencionado disco de 2010 hacía creen que sería un “Humanz lados B”, me alegra decir que no es nada más alejado de la realidad, este disco si se siente como algo sólido, lanzado por la necesidad de hacerlo mas que por estirar un concepto, es un disco excelente y que no hace más que alegrarnos de que la banda no esté perdida como ha pasado con algunas bandas que fueron exitosas a inicios de siglo. Desde que iniciamos la reproducción vemos como los sonidos no tienen nada que ver a su anterior material, es un regreso a los incios de la banda (en especial en canciones como “Kansas” y “Sorcererz”) aderezado con otros sonidos de principios de los 2000’s que no habían abordado antes (como en “Magic City”). Tenemos de nuevo las influencias del trip hop (“Fire Flies” y “One Percent”), hay también synth pop (“Lake Zurich”) y el mejor tema folk que han hecho (“Idaho”). En esta ocasión no hay tantas colaboraciones con otros artistas, eso creo que sirvió para volver de nuevo a la música que se siente más auténtica.
Canción indispensable: “Lake Zurich”.
Cabe resaltar que estos son los seis LP’s que han sacado, si quieren indagar más en su discografía también tienen álbumes recopilatorios y singles en los que se encontrarán una que otra joyita que vale la pena rescatar. No queda más que decir que el futuro de este proyecto sigue siendo alentador, aunque esperemos que con menos traspiés vuelva a ser una banda que marque tendencia.